Wednesday, March 08, 2017

Anastasia Romanov

EL MISTERIO DE ANASTASIA


Sin duda, una de las leyendas más conocidas sobre la Revolución Rusa es la referente a la de la princesa Anastasia Romanov, conocida por todos vosotros a través de una película de animación.


Pero antes de ver quien fue Anastasia y que hay de cierto en esta leyenda, es importante tener en cuenta que la versión animada que todos conocéis difiere totalmente de la realidad, reflejando la revolución como una avalancha de gente despiada que mataban por matar, y un Rasputín culpable de todos los males, de cuyas garras escapa Anastasia, mientras el país se convertía en una cruel dictadura. Una vez más vemos como el cine es el reflejo de la ideología de quienes lo realizan, en este caso los EEUU, pertenecientes al bloque capitalista enemigo de los comunistas rusos durante más de 40 años (1945-1991) en lo que se conoció como "Guerra Fría". Así nos presentan un mundo de buenos y malos que hace sencillo entender lo que pasó durante la Revolución, aunque la Historia, como estamos viendo a lo largo del curso, nos demuestra que es más conpleja y que hay que analizar causas más profundas siempre con espíritu crítico, seleccionando la información y no dando por sentado lo primero que nos cuentan.
Anastasia Romanov, fue la hija más joven del emperador Nicolás II, el último zar la Rusia Imperial y de su esposa Alejandra. La joven creció como una niña vivaz y llena de energía en la corte imperial, hasta que estallase, en febrero de 1917, la Revolución Rusa, que obligaría a su padre, Nicolás II, a abdicar del trono. Anastasia y su familia fueron puestos bajo arresto, siendo ésta la que más se vió afectada por la tensión de la situación, aunque en sus últimos meses de vida, Anastasia intentó llevar su cautiverio de la mejor forma posible, organizando juegos para deleitar a sus padres. Para la mayoría de historiadores Anastasia fue asesinada junto al resto de su familia la mañana del 17 de julio de 1918 por un pelotón de fusilamiento. La ejecución extrajudicial fue llevada a cabo por miembros de la policía secreta bolchevique.
La ejecución: Un informe de los hechos remitido por el alto mando de la policía bolchevique tras la ejecución, fue encontrado en 1989, donde se cuenta que la noche de la masacre la familia fue despertada y se solicitó que se vistieran. Cuando preguntaron la razón, se les informó que iban a ser trasladados a una nueva ubicación por su seguridad. Una vez vestidos, la familia y un reducido círculo de sirvientes y ayudantes fueron llevados a uno de los sótanos de la casa, y se les pidió que esperaran con el pretexto de que iban a hacerles una foto antes de partir. Pasados los minutos, entraron en la habitación los ejecutores. Sin preámbulos levantó el revólver y declaró al zar que el pueblo ruso le había condenado a muerte. El zar alcanzó a balbucear: "¿qué?" y se giró hacia su familia en el momento en que fue disparado a quemarropa en la cabeza, e inmediatamente después una ráfaga acababa con la vida del resto de la familia y sirvientes.
El Informe añadía que una vez el humo de los disparos permitió ver el resultado de la ejecución con más claridad, se descubrió que algunas de las balas de los ejecutores se habían quedado incrustadas en los corsés de algunas de las Grandes Duquesas asesinadas junto a la familia imperial. Esto se debía a las joyas y piedras preciosas que las muchachas habían cosido dentro de sus ropas, para evitar que sus captores se las quitaran. Involuntariamente les habían servido de armadura contra las balas.
 
La leyenda:

Aquí empieza la leyenda de la posible supervivencia y posterior fuga de Anastasia. Anna Anderson, la más famosa de las pretendientes que aseguraron ser la Gran Duquesa, afirmaba que se había hecho pasar por muerta entre los cuerpos de su familia y los criados, y que pudo escapar gracias a la ayuda de un guardia compasivo que la rescató al ver que aún estaba viva. Anderson fue una de las al menos diez mujeres que afirmaron ser Anastasia.


Como curiosidad, decir que en 1994, usando muestras de un pañuelo de Anderson encontrado en el hospital, se le hicieron unas pruebas de ADN, demostrando que ésta no estaba emparentada con el zar Nicolás II ni con la zarina Alejandra. Al compararlo con familias de una lista de desaparecidos entre 1918 y 1920 se descubrió que su auténtica identidad era Franziska Schanzkowska, nacida en Polonia en 1896 y desaparecida en 1920 cuando perdió la memoria trabajando en una fábrica de Berlín. Al encontrarla cerca de un puente de aquella ciudad, asumió los relatos de Anastasia que su marido le había contado como si fuera de su propia vida. Pruebas más recientes de ADN de Anderson, vinieron a confirmar los mismos resultados.


No obstante, los rumores de supervivencia fueron avivados en innumerables ocasiones, testigos que afirmaron haber visto a Anastasia después del asesinato tratando de huir en tren, un doctor que aseguraba haber curado a la muchacha herida en la localidad de Perm, etc. Incluso el yerno de Rasputín, estafó a importantes familias rusas al pedirles dinero para que un falso Románov pudiera huir a China. Era habitual encontrar a numerosas jóvenes dispuestas a hacerse pasar por alguna de las Grandes Duquesas para beneficiarse de las familias que había estafado.
Sin embargo, algunas teorías apuntan a que hubo posibilidad de que uno o más guardias pudieran ayudar a algún superviviente. Uno de los altos mandos de la policía presentes en la ejecuación había ordenado a los guardias que se presentaran en su oficina para devolver los objetos robados tras los asesinatos. Se apunta a que durante un largo espacio de tiempo los cuerpos permanecieron sin vigilancia en el camión que los transportaría, en el sótano o en los pasillos de la casa. También se apunta a que varios soldados, que no habían participado en la matanza y que habían mostrado cierta empatía hacia las grandes duquesas, pudieron estar en el sótano con los cuerpos.
Y la leyenda continuó y continuó, noticias desde Bulgaria de la posible supervivencia de Anastasia y de su hermano pequeño Alexis, testimonios de un presunto miembro de la guardia de la familia imperial rusa que llevó a Anastasia y a su hermano Alexis a su pueblo natal, cerca de Odesa, siguiendo las órdenes del zar, para trasladarlos posteriormente en barco hasta Alejandría, etc.

La tumba de los Románov, una historia digna de CSI: En 1991 los restos de los que se cree que es la familia imperial fueron exhumados de una fosa común, situada en un bosque cercano a Ekaterimburgo. La fosa había sido descubierta una década antes, en 1979, pero las autoridades comunistas, que aún gobernaban Rusia, la habían mantenido oculta. Una vez abierta la tumba los excavadores descubrieron que en vez de los once cuerpos que pretendían exhumar, solo había restos de nueve personas. Faltaban los cadáveres de Alexis y, según el forense, y de Anastasia. Sin embargo, los científicos rusos afirmaron que el cuerpo que faltaba era el de la Gran Duquesa María Nikoláyevna de Rusia.


Los rusos identificaron a Anastasia usando un programa informático para comparar fotos de la joven Anastasia con los cráneos de las víctimas de la fosa. Estimaron la altura y la anchura de los cráneos allí donde faltaban huesos. Los científicos estadounidenses encontraron este método inexacto y pensaron que el cuerpo perdido era el de Anastasia ya que ninguno de los cadáveres femeninos de la fosa presentaba signos de inmadurez. En 1998, cuando los restos de la familia imperial fueron finalmente enterrados, un cuerpo de aproximadamente 1,69 metros fue enterrado bajo el nombre de Anastasia, aunque fotografías de Anastasia y sus hermanas, tomadas hasta seis meses antes de su asesinato, muestran que Anastasia era bastantes centímetros más baja que ellas.
Los análisis de ADN demostraron que los restos pertenecían a la familia imperial y sus criados, pero el destino de los dos niños desaparecidos seguía siendo un misterio. Algunos historiadores teorizan sobre lo descrito en el Informe de la policía bolchevique, donde se afirma que dos de los cuerpos fueron desenterrados de la tumba principal e incinerados en un área desconocida. Numerosas indagaciones en el mismo terreno en los años siguientes, para encontrar el lugar de la presunta cremación de los dos niños Románov, fueron infructuosas.

Finalmente en 2007, un arqueólogo ruso anunció el descubrimiento de dos esqueletos parciales quemados en los restos de una hoguera cercana a Ekaterimburgo, muy parecida al lugar descrito por el citado Informe. Los arqueólogos dicen que los cuerpos pertenecen a un niño de entre 10 y 13 años en el momento de su fallecimiento y a una adolescente de entre 18 y 23 años. Anastasia tenía 17 años y un mes cuando fue asesinada, mientras que su hermana María tenía 19 años y un mes, y a su hermano Alexis le faltaba un mes para cumplir los 14 años. Las hermanas mayores de Anastasia, Olga y Tatiana, tenían 22 y 23 años cuando murieron. Junto a los cuerpos se encontraron "cascos de botellas de ácido sulfúrico, uñas, restos de una caja de madera y balas de varios calibres". Los huesos se encontraron usando detectores de metales. Después hacer pruebas de los dos esqueletos encontrados se determinó que pertenecian a Anastasia y a su hermano.


Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.



Textos adaptados de http://es.wikipedia.org
 Documentación obtenida de: http://profemariodiaz.blogspot.com.es/2010/04/el-misterio-de-anastasia.html

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